viernes, febrero 24, 2006

un día como yo quería

por fin
un día como yo quería
sin esta presión por compañía
sin el menor tipo de presión
unas horas de alegría
sin buscar perdón
sabiendo que este rincón
es hijo del pensamiento
ilusión nunca tan real
fantasía sin ideal
que me apartas de lo que yo ya pasé
unas tazas de café
tranquilo, solito y mal
por los tipos que la pasan como yo

Extraño mentir

Tenés que creer cada cosa que digo
porque ya no sé mentir.
Oficio desesperado de mi ayer
en lo antes perpetuo de mi búsqueda.
Descubrí que la mentira no se va,
se junta y se agolpa enferma,
se trepa casi sin fin
a mi dulce locura.
Por eso es que desistí.
Renuncié a lo que buscaba.
Dejé de buscar y hallé
la avenida sin esquinas de lo honesto,
lo cruel que se puede ser
cuando todo se perdió.
Falsedad profesional que me seguía
como sombra sin mediodía,
melodía del pensar
que uno es uno en los demás.
Ahora la lengua tiembla
cuando se empieza a mover,
porque no recuerda cómo proceder.
Las piernas flojas, la panza muerta,
la verdad que se deshace de mi boca.
Lo más extraño
es que de todo lo que olvidé,
mentir es lo que más extraño.

Soledad irresoluta

Soledad irresoluta,
hija de puta,
me ponés tan pero tan mal.
No me dejás solo un momento
te enfrento,
pero siempre lo hago mal.

Carpintero de la vida
desclavando mi placer
para no saber a dónde disparar.
Son inútiles tus miedos,
tu prisión
que no me deja pensar.

Todos quieren que esté solo
pero bien,
no entiendo la paradoja.
Camino por tu locura
a oscuras
con las luces siempre rojas.

No hay más que se pueda hacer
que esperar
que un día me dejes vivir.
No hay cómo saber el tiempo
que te pueda tomar
olvidar e irte de mi.

Esfera reveladora

La sangre que fluye suave
aligero el caminar.
Crayones de Marte.
No quiero tocarte
ni que te me acerqués.

Burbujita omnipotente.
Bien protegido y demente
catalogo la nación:
por allí la sodomita,
por aquí el bobalicón.
¡Qué cariz toman las cosas siendo así!
Siendo y siento son lo mismo,
siento frío en los demás.

Esfera reveladora,
mi cajita de cristal,
mi mirada omnipresente,
solitaria e inconciente.
Yo solo soy alguien más.

Remolino de pensar

Vacío de cuentas breves
Remolino de pensar
Funesto destino - especie
Sacudida matinal

Ceremonia virulenta
de salir a sociedar
Credulismo omnipresente
Saciedad uniformal

Caen las luces del abismo
por un mismo ventanal
Trifulca demás guerrera
de saberse no inmortal

Rechino inseguridades
Regurgito todo el mal
Ambiente de tres paredes
que me libran de la sal
que fluye bajo corriente
hasta el hueco paladar

Guerra

Guerra de musulmanes que quieren sangre -
Odio de europeos que quieren muerte -
Rencor de yanquis que lo quieren todo -
Nada de nada llega al Fin del Mundo.

Seguimos dando vueltas a un ombligo,
seguimos el camino que esperó...

¡Hermanos, qué destino nos espera,
ajenos a cualquier transformación!

Perdidos en un triángulo invertido
sin querer ni que nos toquen sus rencillas.

¡Qué se arreglen ellos solos, nos reímos,
como hacemos nosotros ya hace tanto!

Un día, todo eso, va a llegar.
Un año, todo esto, va a acabar.

Voy a volver a leer esto para morirme de risa
de lo estúpidos que somos esta vez.

Esta vez que se nos viene la marea,
que nos toca la pelea
porque el Mundo que nos cuida es uno solo.

Yo la espero impaciente,
no soy más que un cliente
de una guerra que no sé si va a durar.

El agorero

Para estar entre la gente
y pasar así, sin más,
necesito detergente
urgente
que se coma mi disfraz
de tipo más que decente
¡si supieran lo que soy!
una máscara de muerte
inherte
que anticipa sin perdón
como místico Casandra
como Delfos, como un show
de tarot y gatos negros
fieros
que no saben qué decir.
Yo no puedo ya mentir
y te digo lo que pasa
hay un frente de carmín
sin fin
navegando por mi casa
como nubes de futuro
como vientos del ayer
soplo fuerte y los ahuyento
intento
que se note que fallé
para ser lo que no quiero
un místico y nada más
cuando quiero ser abyecto
correcto
y callarme lo demás.

día sereno

Abrí la ventana decidido a empezar un nuevo día, una nueva vida. Un cardenal se arrimó flotando y me pidió que desistiera. Poco caso le hice. Salí al kiosco a buscar perdón. Me dijeron que no quedaba, pero que si quería, me fuera al carajo. Poco caso les hice. Fui a buscar la ropa limpia. Un Buda incierto se enojó, me dijo que no había forma de sacar las manchas de desilusión, que se habían enhebrado al género sin remedio. Le pedí que fuera al kiosco a buscar perdón. Pasé por la plaza. Hay un perro que me entiende. Se frotó el morro sarnoso en mi pierna sucia y un halo de magia lo embadurnó. De negro y café, se volvió blanco. Impuro el pantalón, se volvió luz. No me pregunten quién era el perro en otra vida, seguro que no fue Napoleón. Yo le digo Napoleón igual. Él, contento, con la cola blanca me abanica. Menos mal. Este calor en vida me lo quiero sacar de encima. Este malestar crónico que no guarda nada para mi fin. Son más de las diez, y todavía no cambié. No creo que lo haga. El cardenal ese de mierda tenía razón.

viernes, febrero 10, 2006

así


silueta envuelta en nada
dispar
refugio y bocanada de mar
revela en mi
tu sedición
revuelto el lujo de tu voz
me gusta verte
así,
dormida
con la cadencia a flor de piel
sueño soñar
con vos un día
y al despertar verte otra vez
sin red
los dos
cayendo en el vacío
sin par
canción
que no se va a escuchar
los dos, nomás
a media voz
sintiendo que la tierra no se mueve
soy sal
soy vos
moviéndote a la par

martes, febrero 07, 2006

Siestita



Alguien sabe qué busca el deseo
y no me lo quiere decir.
Tratando de entender, aprendo.
Final del comprender y asedio
con la música que calla entre mis manos
acercándose a la piel que no busqué.

Un kilómetro de suave vanidad.
Treinta guitas que no quieren salvación.
Separo el perdón
de las calles que transito en esta vida.
Se corre el rumor
de la SiEsTa,
de la silla en mi oficina.

Ya no saben de qué hablar
y critican uno a uno,
con un hálito perruno,
la carita de despierto que perdí.

Yo me escondo
[soy experto]
para mal cerrar los ojos y esperar
que la imagen de tu Risa venga a mi
como ayer
como hoy
¡esta mente!
que miente longevidad
sabe siempre
que no hay nada que no acabe en la ciudad.

miércoles, febrero 01, 2006

pienso en vos

Googleá - pienso en vos

Me estoy yendo solo, pero no tanto.
La casa está llena de dulce espanto.

La pared color hueso se hunde:
son las míseras verdades que sacude
mi cerebro cuando ya no puede más.

Pierdo el tiempo sin remedio, uno tras otro
van pasando los minutos, y el tic tac
ramifica esta lujuria en tu cabeza
una estela con vestigios de final.

Cabe siempre la pregunta de la muerte,
y el sol es tan pero tan inherte,
que nadie que lo tape puede ver
la marea de personas que perdí.

Yo destrozo el segundero con la vista.
Voy sientiendo que ya estoy perdiendo pista,
que los días no son tantos, y el disfrute
lo veo irse con su risa sobre mi.

Soy carne que busca un alma.
Soy alma sin más fe que la canción.

En la vera del camino que nos lleva,
pienso en vos.