martes, febrero 07, 2006

Siestita



Alguien sabe qué busca el deseo
y no me lo quiere decir.
Tratando de entender, aprendo.
Final del comprender y asedio
con la música que calla entre mis manos
acercándose a la piel que no busqué.

Un kilómetro de suave vanidad.
Treinta guitas que no quieren salvación.
Separo el perdón
de las calles que transito en esta vida.
Se corre el rumor
de la SiEsTa,
de la silla en mi oficina.

Ya no saben de qué hablar
y critican uno a uno,
con un hálito perruno,
la carita de despierto que perdí.

Yo me escondo
[soy experto]
para mal cerrar los ojos y esperar
que la imagen de tu Risa venga a mi
como ayer
como hoy
¡esta mente!
que miente longevidad
sabe siempre
que no hay nada que no acabe en la ciudad.