La desfachatez de rimar en infinitivo
posted by Dr. Vaporeso at viernes, febrero 10, 2006
Apático empedernido, agnóstico proselitista.
TODAS LAS IMÃGENES SALIERON DE BÃSQUEDAS HECHAS EN GOOGLE CON EL TÃTULO DE CADA POESÃA.
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Años de soledad dentro de mi humilde marulo:
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| En realidad me morà hace diez dÃas, en lo que yo malinterpreté como un tropiezo que casi hace que un auto me pise, un minuto más de una vida rutinaria que continuó asà por diez dÃas más hasta ahora, que me doy cuenta de que estoy muerto y lo escribo. Ya tengo una teorÃa. Tal vez proviene de la ancestral inclinación a la incredulidad que corre por mis venas, o tal vez tenga más que ver con mi fascinación por lo oriental. El hecho es que ya tengo una teorÃa. Ahora que morà puedo permitirme creer que todos llevamos una vida que puede ser vista como un todo, y que efectivamente es vista asà después de haber dejado la vida atrás. Uno vive aferrado al próximo respuiro como un burro a su zanahoria. Y como él, no vemos el hilo que la sostiene. Muerte, Dios o Alma son expresiones de un mismo concepto: la no-vida, el no-respirar de algo completamente distinto a lo evidentemente real. Cosas que sólo se hacen patentes en el más allá. Después de muerto, uno se da cuenta de muchas cosas. La primera es la ya mencionada capacidad de ver la vida como un todo. En segundo término, existe una forma de aplicar un juicio valorativo a esa vida. La clave radica en la sensación que le produce a uno mismo, después de muerto, al recapitular la propia vida. El corazón del hombre tiene solo dos caminos: la nunca bien definida sensación de felicidad o la herética pero innegable desilusión. El hombre feliz ha vivido una vida plena. El hombre que ve su vida como un todo y, comprendiendo que no puede hacer nada para cambiarla, entristece, no ha hecho más que transitar por un mundo que no es el suyo. Yahvé, Natura, Gea, Budha o la Buena Fortuna nos han dado una vida, un Alma (o como quieran llamarlo los crédulos) que merece ser plena. Cuando un hombre conoce plenamente la vida que ha llevado y sonrÃe, el Verbo es feliz. Yo, acabo de entristecer. Suerte que soy ateo, sino podrÃa llegar a considerar la posibilidad de estar escribiendo en el infierno. |
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¿qué más querés? ya no queda nada esto que ves soy yo son los últimos dÃas de un año de paranoia que empezó como termina sólo un vaso en la cocina y un vaso sin estrenar ¿qué hace falta para vos que yo no te pueda dar? lo que tengo es un vacÃo en el paladar que quema prendido fuego que escupe un insulto infiel que alimenta el malestar ya no queda nada ya no puedo hablar una paz sin calma una vida más |
| Sigo despierto. Al lado están de fiesta. Se oye la alegrÃa como si fuera acá. Pero no es acá. Acá hay oscuridad y silencio. Nada de vientos ni copas. Acá ló único que hay es desolación. Ya se acerca. Lo veo venir. Es el punto de no retorno. El momento en que voy a agregar el recuerdo del hombre que fui a la interminable lista de cosas que olvido. Ese dÃa me voy a saber sombra y nadie me va a poder convencer de lo contrario. |
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AFORRISMOS
---------- Requiere mucho más carácter desprenderse de uno mismo y querer a otro como es, que saberse superior y actuar sin disimularlo. ---------- Hago tanto que no hago nada. |
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