Versero: un día como yo quería

viernes, febrero 24, 2006

un día como yo quería

por fin
un día como yo quería
sin esta presión por compañía
sin el menor tipo de presión
unas horas de alegría
sin buscar perdón
sabiendo que este rincón
es hijo del pensamiento
ilusión nunca tan real
fantasía sin ideal
que me apartas de lo que yo ya pasé
unas tazas de café
tranquilo, solito y mal
por los tipos que la pasan como yo

1 Comments:

Patuli said...: como no te voy a adorar Jolie, si tu as changé les couleurs de ses poémes!Fèvrier 2006:s'a fait la lumière;); 8:58 a. m.

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AÃ±os de soledad dentro de mi humilde marulo:

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En realidad me morÃ hace diez dÃas, en lo que yo malinterpretÃ© como un tropiezo que casi hace que un auto me pise, un minuto mÃ¡s de una vida rutinaria que continuÃ³ asÃ por diez dÃas mÃ¡s hasta ahora, que me doy cuenta de que estoy muerto y lo escribo. Ya tengo una teorÃa. Tal vez proviene de la ancestral inclinaciÃ³n a la incredulidad que corre por mis venas, o tal vez tenga mÃ¡s que ver con mi fascinaciÃ³n por lo oriental. El hecho es que ya tengo una teorÃa. Ahora que morÃ puedo permitirme creer que todos llevamos una vida que puede ser vista como un todo, y que efectivamente es vista asÃ despuÃ©s de haber dejado la vida atrÃ¡s. Uno vive aferrado al prÃ³ximo respuiro como un burro a su zanahoria. Y como Ã©l, no vemos el hilo que la sostiene. Muerte, Dios o Alma son expresiones de un mismo concepto: la no-vida, el no-respirar de algo completamente distinto a lo evidentemente real. Cosas que sÃ³lo se hacen patentes en el mÃ¡s allÃ¡. DespuÃ©s de muerto, uno se da cuenta de muchas cosas. La primera es la ya mencionada capacidad de ver la vida como un todo. En segundo tÃ©rmino, existe una forma de aplicar un juicio valorativo a esa vida. La clave radica en la sensaciÃ³n que le produce a uno mismo, despuÃ©s de muerto, al recapitular la propia vida. El corazÃ³n del hombre tiene solo dos caminos: la nunca bien definida sensaciÃ³n de felicidad o la herÃ©tica pero innegable desilusiÃ³n. El hombre feliz ha vivido una vida plena. El hombre que ve su vida como un todo y, comprendiendo que no puede hacer nada para cambiarla, entristece, no ha hecho mÃ¡s que transitar por un mundo que no es el suyo. YahvÃ©, Natura, Gea, Budha o la Buena Fortuna nos han dado una vida, un Alma (o como quieran llamarlo los crÃ©dulos) que merece ser plena. Cuando un hombre conoce plenamente la vida que ha llevado y sonrÃe, el Verbo es feliz. Yo, acabo de entristecer. Suerte que soy ateo, sino podrÃa llegar a considerar la posibilidad de estar escribiendo en el infierno.

Â¿quÃ© mÃ¡s querÃ©s?
ya no queda nada
esto que ves
soy yo
son los Ãºltimos dÃas
de un aÃ±o de paranoia
que empezÃ³ como termina
sÃ³lo un vaso en la cocina
y un vaso sin estrenar
Â¿quÃ© hace falta para vos
que yo no te pueda dar?
lo que tengo es un vacÃo en el paladar
que quema prendido fuego
que escupe un insulto infiel
que alimenta el malestar
ya no queda nada
ya no puedo hablar
una paz sin calma
una vida mÃ¡s

Sigo despierto. Al lado estÃ¡n de fiesta. Se oye la alegrÃa como si fuera acÃ¡. Pero no es acÃ¡. AcÃ¡ hay oscuridad y silencio. Nada de vientos ni copas. AcÃ¡ lÃ³ Ãºnico que hay es desolaciÃ³n. Ya se acerca. Lo veo venir. Es el punto de no retorno. El momento en que voy a agregar el recuerdo del hombre que fui a la interminable lista de cosas que olvido. Ese dÃa me voy a saber sombra y nadie me va a poder convencer de lo contrario.

AFORRISMOS
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Requiere mucho mÃ¡s carÃ¡cter desprenderse de uno mismo y querer a otro como es, que saberse superior y actuar sin disimularlo.
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Hago tanto que no hago nada.

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Versero

viernes, febrero 24, 2006

un día como yo quería

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