lunes, octubre 31, 2005

Lamento del ignorante


Googleá - Lamento del Ignorante

Cuatro patas de ceibo
de una silla en el abismo
es lo único que queda
de la vida que perdí.
La reflexión constante,
la interacción nula,
y el mundo que disimula
las venas del corazón
que aceleran sin razón
su paso ante tu sendero
un hilo de tierra perdido
en este frondoso negro
un paso que pierdo de vista
cuando me quiero acordar.
Alguien tiene que explicarme
como si fuera un pendejo
que tu senda ya hace rato la dejé
que tu sangre no latí
que me fui no resignado
dejando que me dijeras
desde el follaje, en un claro,
que no era que me quisieras
sino todo lo contrario
pero en ese mismo instante
tan alucinado estaba,
que en vez de prestar atención
me quedé chorreando baba.